Los novelistas del 98 admiran a los clásicos castellanos: G. de Berceo, J. Manrique, Cervantes y Quevedo, así como a Larra y los ilustrados
Estructura
Es una novela lineal, ya que sigue un orden cronológico, y presenta un argumento concentrado (mucho contenido)
Este tipo de novela es próxima al ensayo, ya que los autores pretenden expresar lo que opinan sobre la situación del país.
Temática
Los temas más frecuentes en sus novelas son: la preocupación por España y las causas de su decadencia; la historia y los pueblos; la intrahistoria, como decía Unamuno (la vida cotidiana de personas anónimas); el amor hacia Castilla y sus paisajes; la religión; y cuestiones existenciales, tema en el que destaca Unamuno.
Personajes
El protagonista suele ser un personaje trágico y un alter ego del autor. Se puede apreciar en sus obras una evolución de los personajes, así como su caracterización
Punto de vista
Como se ha explicado anteriormente, estos escritores optaban por el pesimismo y el subjetivismo, lo cual les hacía simpatizar con los románticos.
Espacio y tiempo
No hay escenarios ni tiempos bien definidos, ya que se da más importancia a los conflictos íntimos de los personajes.
Lengua y estilo
En sus obras, el contenido predominaba sobre la forma, lo cual se refleja en la simplicidad y claridad (se usa la oración simple y se evitan los párrafos largos y la subordinación), el lenguaje sencillo y claro, contrario a la retórica recargada de la literatura anterior.
Presentan un carácter subjetivo e impresionista y un punto de vista pesimista y escéptico. Se hace uso de palabras tradicionales, arcaísmos y neologismos. Las descripciones del paisaje constituyen el estado de ánimo del personaje.
Se produce una innovación en los géneros literarios.
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